Es la playa del municipio situada más al sur y una de las más vírgenes. Detrás de la playa podemos encontrar una rica vegetación, con pinos, sabinas y matorrales. Las aguas son tranquilas y tiene poca profundidad, a 200 metros sólo cubre un metro y medio, por lo que se puede apreciar muy bien su fondo rocoso y cubierto de posidonia. El acceso a la playa es únicamente a pie, desde el faro del Cap Salines o desde la Colònia de Sant Jordi, por lo que la ocupación es baja.
Es un claro exponente del gótico civil catalán. En sus inicios fue el Colegio de Mercadería y en su interior se encuentran varias obras escultóricas. Abierto para exposiciones temporales. Dirección: Passeig Sagrera, s/n.
Los parajes del Viver son perfectos para una ruta a caballo inolvidable. Duración estimada: 3 horas. Incluye Guía de Turismo Ecuestre, material de seguridad, convivencia con caballos gratuita, y visita turística al Castellot de Viver.