La Mallorquina es una parada obligada si eres amante de los buenos dulces. Inagurada en el siglo XVIII cuenta con un amplio abanico de delicatessen. El nombre del establecimiento proviene del origen balear del fundador: Juan Ripoll. Allí puso una tienda de pasteles principalmente ensaimadas con un salón interior para que los contertulios tomaran chocolate, café, cerveza, etc. Las ensaimadas mallorquinas fueron muy populares en aquella época, tomadas con chocolate.
Este es el más grande – y uno de los espectáculos más emocionantes que jamás experimentará - una fascinante cena espectáculo, cargada de música, risas, bailes internacionales y el mejor flamenco de clase mundial. Toda esta producción es un merecido homenaje a los más de 50 increíbles años del mejor entretenimiento en Europa. Incluye Espectáculo y Copa.