La Puerta de Alcalá es una de las cinco antiguas puertas reales que daban acceso a la ciudad de Madrid.
Se encuentra situada en el centro de la rotonda de la Plaza de la Independencia, diseñada por el urbanista Ángel Fernández de los Ríos en el año 1778. En el cruce de las calles de Alcalá, Alfonso XII, Serrano y Salustiano Olózaga, junto a las puertas del Retiro: Puerta de España, Puerta de la Independencia (entrada principal a los jardines del Retiro) y Puerta de Hernani.
La puerta daba acceso a aquellos viajeros que entraban antiguamente a la población desde Francia, Aragón o Cataluña.
En la actualidad es una puerta monumental que se encuentra ubicada junto a la Fuente de Cibeles y el Parque del Retiro.
La Catedral es sin duda el monumento más emblemático de la isla. La leyenda cuenta que el rey Jaime I la ordenó construir para venerar a la Virgen María por salvaguardar a su tripulación de una fuerte tormenta durante su travesía hacia la conquista de Mallorca. Es un templo gótico aunque en su interior hay un popurrí de estilos por las posteriores reformas, como la modernista de Gaudí y la contemporánea de Barceló.