El puerto está muy bien equipado y es un buen lugar para descansar y planear diferentes excursiones a cualquiera de las innumerables calas de la costa del levante mallorquín, una de las zonas más bonitas de la isla.
En el entorno del puerto existe una visita obligada: el faro, la ermita y una hospedería del siglo XVIII que se construyó sobre una antigua torre de vigilancia del siglo XV. *No dispone de amarres para embarcaciones en tránsito.