No hay cartas de navegación para Ribadeo, pero merece la pena visitar en barca sus atractivos paisajes y los 5 m de canal de la ría Eo hacia el centro de la ciudad.
La Mallorquina es una parada obligada si eres amante de los buenos dulces. Inagurada en el siglo XVIII cuenta con un amplio abanico de delicatessen. El nombre del establecimiento proviene del origen balear del fundador: Juan Ripoll. Allí puso una tienda de pasteles principalmente ensaimadas con un salón interior para que los contertulios tomaran chocolate, café, cerveza, etc. Las ensaimadas mallorquinas fueron muy populares en aquella época, tomadas con chocolate.