La zona de costa colindante al puerto se caracteriza por estar dividida en tres partes con pequeños diques de piedra. Antiguamente Cala Bona era un pequeño pueblo de pescadores, situado en una minúscula ensenada natural.
La costa de la Colonia de Sant Pere no presenta demasiados acantilados, lo que facilita el acceso al mar desde las calas con fondos rocosos o pequeñas entradas y las playas vírgenes que se encuentran en este lugar.